3/5/10

Salida por la ria.

El domingo 2 de mayo quedamos mi padre, mi hermano, Jorge y yo para ir en busca de las doradas y de lo robalos por la ría. Nos habían comentado que las doradas estaban entradando con cangrejo, pues nos armamos de paciencia y de algunos cangrejos y a por ellas. Estuvimos intentándolo hasta el mediodía y sólo tuvimos una picada, que destrozo al gangrejo, pero no llegó al anzuelo. Allí mismo lanzamos una caña con una mojarra pequeña, por si teniamos suerte y pasaba algún robalo o corvina, y fue un choco el que se comía nuestra mojarra.
Al mediodia decidimos cambiar de pesca, e ir en busca de los grandes robalos que suelen merodear por la ria, nos cambiamos de sitio, cambiamos los aparejos y buscamos algo más de cebo vivo, porque ya teniamos algunas mojarras pequeñas que habíamos cogido por la mañana. Además, pudimos coger algunas caballas, que había bastantes por encima del agua, echamos una caña con mojarra y otra con caballa. La primera picada no tardó mucho en llegar, dio un fuerte tirón a favor de corriente nada más sentirse clavado, cogí la caña, la tuve unos minutos sacándome hilo, y de pronto, cambió el sentido de tirar, y fue rápidamente en busca de la piedra, que la teníamos debajo del barco, y allí acabó la lucha, se enrocó y no hubo forma de sacarlo de ahí, por la forma de tirar parecía una corvina. Poco antes de clavarla paso un trasmallero y estuvo comentándonos que se estaban dando las corvinas por la zona, de hecho, caló un trasmallo un poco más abajo nuestra, el hombre nos respetó y nos dejó seguir pescando.
Después de perder el bajo, pusimos otro y otra mojarrita, a ver si volvíamos a tener otra picada, y asi fue, al poco tiempo otra buena picada, este si se vio claro que era un buen robalo, se subió rápidamente a la superfice y se situó a favor de la corriente. Nos costó nuestro trabajo acercarlo al barco, pero lo pudimos subir a bordo. Un bonito robalo, que dio un peso en la báscula de 3,5 kg.


Volvimos a anzuelar nuestra caña, y nueva picada, otro robalo más o menos del mismo porte, que se subio a la superficie rápidamente, sin apenas tirar ni luchar, pero una vez que lo vimos peleó todo lo que no lo había hecho antes, hasta que consigió desanzuelarse cuando estaba ya a un par de metros del barco. Pues con la misma mojarrita que la dejó mal herida, la vovimos a bajar, y nada más llegar al fondo, nueva picada, pera esta vez fue bastante mas listo que nosotros, se la llevó sin quedarse enganchado. Pues esta fue nuestra jornada de pesca por la ría, hasta la próxima.


No hay comentarios:

Publicar un comentario